Eladio Cabañero: La Mancha entre cabales y fandangos


Eladio Cabañero fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía en 1963 con el libro Marisa Sabia y otros poemas. Lejana y casi perdidos en el tiempo sus versos, la Universidad Popular Jose Hierro de San Sebastián de los Reyes ha tenido la afortunada idea de reeditarlo ahora.

Con tal motivo, el Centro de Estudios de la Poesía, que lleva con diestra mano poética, decidida y delicada, Guadalupe Grande, ha organizado para el miércoles 2 de noviembre del presente 2016 (19.00 h.) un acto de presentación del libro como homenaje al buen poeta de Tomelloso. Para dicho acto, he sido invitado a participar, y junto al guitarrista gaditano Antonio Grávalos, pondré notas flamencas a los versos de Eladio. 

Un apunte de cabales y varios fandangos en diversos estilos para hacer resonar unos versos implacables, limpios y profundos que son un fiel retrato escrito del sentir íntimo de la vida en una llanura, la manchega, a la que tanto escribió Eladio Cabañero.


Acompaño esta invitación del poema La Mancha al sol, incluido en el libro.


La Mancha: surco en cruz, ámbito, ejido,
parador del verano, en cuya anchura
un ave humana vuela a media altura,
ya tantos años viento azul perdido.
Hacia el otoño, surto en el olvido,
uva yacente, el campo en su largura
recuenta soles, siglos, y madura
el paisaje en el tiempo repartido.
Recuerda sus molinos, al rasero
mural del horizonte todavía,
espejismos de lanza en astillero.
La Mancha frente al sol: una sandía
de corazón quemante y duradero
frente a un circo de cal y lejanía.



(El evento tenrá lugar a las 19,00 horas, en la Sala Martín Chirino -Universidad Popular, junto al Teatro Adolfo Marsillach-. Avda Baunatal, 18, San Sebastián de los Reyes (Madrid) -Metro Baunatal L10. Bus C54-)

Blas de Otero, homenaje


El jueves 20 de octubre, a partir de las 19.00 horas, en la Fundación Progreso y Cultura (calle Maldonado, 53), en Madrid, un acto homenajeará a uno de los grandes poetas del pasado siglo. Con motivo del primer centenario del nacimiento del autor de Bilbao Blas de Otero, la palabra y la poesía reivindicarán la figura de un escritor comprometido y existencialista, que escribió el célebre libro Pido la paz y la palabra.

Dejo a continuación uno de los textos a los que pondré voz.

Hijos de la tierra
Parece como si el mundo caminase de espaldas
hacia la noche enorme de los acantilados.
Que un hombre, a hombros del miedo, trepase por las faldas
hirsutas de la muerte, con los ojos cerrados.
Europa, amontonada sobre España, en escombros;
sin norte, Norteamérica, cayéndose hacia arriba;
recién nacida, Rusia, sangrándole los hombros;
Oriente dando tumbos; y el resto, a la deriva.
parece como si el mundo me mirase a los ojos,
que quisiera decirme no sé qué, de rodillas;
alza al cielo las manos, me da a oler sus manojos
de muertos, entre gritos y un trepidar de astillas.
El mar, puesto de pie,
le pega en la garganta con un látigo verde;
le descantilla; de repente,
echando espuma por la boca le muerde.
Parece como si el mundo se acabase, se hundiera.
Parece como si dios, con los ojos abiertos,
a los hijos del hombre los ojos les comiera.
(No le bastan -parece- los ojos de los muertos)
Europa, a hombros de España, hambrienta y sola;
los estados de América, saliéndose de madre;
la bandera de Rusia, oh sedal de ola en ola;
Asia, la inmensa flecha que el futuro taladre.
¡Alzad al cielo el vientre, oh hijos de la tierra;
salid por esas calles dando gritos de espanto!
Los veintitrés millones de muertos en la guerra
se agolpan ante un cielo cerrado a cal y canto.



Hijos de la tierra es un poema del libro Redoble de Conciencia