Nocturno

Seres de la noche
de un trapecio imposible colgados,
sembrando un rocío
extraño por el sueño de los adoquines
abrigando la inclemencia
de la carne raída de los portales.

Marcháis a vuestro antojo
Transitáis la senda que la voluntad construye
Vuestro cuerpo se crece:
vuestros ojos en la noche,
vuestra dicha...
No sois meros transeúntes, sois gigantes.
No tenéis ojos, tenéis lunas
y mecéis con vuestra música
el alma en los balcones de los que duermen.

Dioses de vuestra propia obra
hacedores de una luz y toda sombra,
Qué veneno os recorre la sangre
Con qué secreta araña tornáis
sereno el filo del miedo,
ligera la espesura de la angustia

Seres de la noche,
Quién pudiera alcanzaros un instante
respirar en vuestra infancia de la última luz
Quién deshacerse y volar
en la orilla del sueño.



David Morello (2015)