frontera























Es el aliento, no el aire.

La huella que dejan los pies
que no están. Por la noche
el frío que provoca la frontera.

El abrazo roto de la tierra es
la mentira, los barrotes de la celda que hicieron los miedosos.

Allí donde haya un árbol
sonará un trino y el cuerpo encenderá
la luz que brota de su sangre hasta el abrazo.


Baztan, Enero 2013